El sacerdote Wieslaw Dawidowskiam impuso ayer las cenizas a Joe Biden en una «misa por la paz, la conversión de Rusia y la iluminación del Espíritu Santo a los líderes internacionales» celebrada en la ‘suite’ del Marriot en el que se hospedaba en Varsovia. El presidente de EE.UU. se dirigió al encuentro con los jefes del Estado del formato Bucarest 9, que incluye Polonia, Rumanía, Bulgaria, Hungría, República Checa, Eslovaquia y los propios países bálticos: Estonia, Letonia y Lituania. Solo el húngaro Víktor Orbán faltó a la cita con Biden, y la presidenta, Katalin Novák, acudió en su lugar.
El grupo fue creado por iniciativa de Polaca en Rumanía tras la anexión rusa de Crimea en 2014. Como señal política de esta cumbre del flanco oriental de la OTAN, fue invitada la presidenta de Moldavia, Maia Sandu. Ante todo, Biden invocó el fortalecimiento de los Estados miembros de la OTAN en primera línea. Insistir en que «El artículo 5 es sagradolitterly for cada centímetro de territorio de la NATO», calificó de «gran error» la decisión rusa de congelar su adhesión al tratado New Start de control de armas mejor que nadie lo que está en juego en este conflicto, no solo para Ucrania sino para la libertad de las democracias de Europa y de todo el mundo”.
El jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg, también presente, hizo campaña a favor de “mostrarle a Putin los límites de una vez por todas”.
Tropas en territorio polaco
El presidente de Polonia, Andrzej Duda, reflexionó sobre cómo la agresión de Rusia contra Ucrania “ha cambiado la historia de esta parte de Europa”, para nada ajeno al hecho de que Biden ha sobrevolado esta vez Berlin y París para aterrizar en Varsovia. No se ocultó que se olvidó que, durante su visita, Biden se expresó de manera más concreta sobre la protección militar y las promesas que le hizo. establecimiento permanente de tropas americanas en territorio polaco. Si bien no hay por el momento anuncio al respecto, sí ha servido la visita del presidente estadounidense para la firma del contrato para la construcción de la central nuclear premier polaca con la compañía Westinghouse y la Polskie Elektrownie Jądrowe.
El grupo Bucharest 9 reafirmó su compromiso de defensa y se alineó mayoritariamente en torno a las tesis de Biden. El presidente rumano, Klaus Johannis, llamó a los presenta a «ser firmas y cumplir nuestros compromisos de apoyo a Ucrania colgante el tiempo que se necesita, para ayudarla ganar la guerra», mientras que la presidenta de Eslovaquia, Zuzana Caputova, concluyóyó que » este año nos ha hecho a todos más fuertes y unidos”.
Después de la reunión, el presidente Biden se dirige al aeropuerto Chopin y se detiene en el Air Force One.