El alquiler de habitaciones está erigiendo en el nuevo mercado estrella, con una demande que se para hasta un 40% en ciudades como Madrid y Barcelona, ante la dificultad de los jóvenes par acceder a piso entero y comprar una vivienda, y el atractivo que tiene para muchos extranjeros.
Según datos de la plataforma especializada en alquileres de medios y larga duración Spothome, la demanda de este producto residencial crece sin parar desde el tercer trimestre de 2022 y ha recuperado ya el nivel que tenía en 2019antes de la pandemia.
El coronavirus vació las residencias de estudiantes y los pisos ocupados por extranjeros profesionalescolectivos que han regresado y se ha encontrado con que muchos pequeños propietarios han optado por este mercado para no verse afectados por las restricciones del mercado del alquiler convencional, en especial en Cataluña.
El profesor de economía y director del máster inmobiliario de la Universidad de Barcelona (UB), Gonzalo Bernardos, ha señalado, en una entrevista con la agencia Efe, que «Barcelona es la ciudad española donde hay más demanda del alquiler de habitaciones».
El 80% de la demanda en Barcelona y el 70% en Madrid provienen de los estudiantes de máster, grado y postgrado. Ello ha hecho que en los últimos cinco años se hayan casi triplicado las residencias de estudiantes de la capital catalana.
«Aunque la oferta ha crecido con las residentes y los pequeños propietarios optando por esta fórmula porque da más rendimiento que el alquiler convencional y les da más seguridad ante posibles ocupaciones, la demanda aún es mayor»aseguró Bernardo.
Como consecuencia de esta demanda y del elevado precio de los alquileres convencionales, los precios de las viviendas suben: «Los propietarios ven que se pueden saltar las limitaciones para el arriendo de una vivienda y pueden, por ejemplo, pasar de cobrar 1.800 euros al mes por un piso de 110 m2 en el Eixample (Barcelona) a ganar 2.800 si alquilan por separado las 4 dormitorios”, detalló.
Según los datos de este experto inmobiliario, el 20% del parque de viviendas de alquiler en Barcelona (sin contar el turístico) se está dedicando ya al mercado de las habitaciones.
Spothome corrobora que los usuarios de estas habitaciones en Barcelona, Madrid o Valencia son jóvenes de entre 18 y 30 años que realizan cursos de posgrado o tienen una oferta de trabajo en la ciudad. Muchos son extranjeros y cuentan con un poder adquisitivo superior al de la media de su edad en España.
«Barcelona y Madrid reciben mucha demanda internacional de jóvenes estudiantes o de profesionales que vienen atraídos por empresas instaladas aquí. La subida de los precios del alquiler de viviendas enteras junto a la caída de la oferta está ejerciendo presión sobre los alquileres de habitaciones”, explicó el director de la cartera de España de Spothome, Álvaro Marín.
El altavoz de la plataforma inmobiliaria asegura que Muchos propietarios de pisos deciden alquilar habitaciones «porque ofrecen más estabilidad de la renta que un piso entero ya que cada vez es más difícil encontrar una familia que pague los precios altos».
Según datos del profesor de la UB, los alquileres convencionales con un precio igual o inferior a los 700 euros sólo suponen ya el 0,3%, 0,6%, 1,8%, 2,4% y 7,5% de la oferta de Barcelona, Palma, Madrid , Valencia y Málaga, respectivamente.
En cuanto al precio de compra de la casaSpothome señala que en Barcelona es desde 603 euros/mes -suele incluir las facturas de los suministros-, una cantidad que es la más alta de España, mientras que en Madrid es de 558 euros y en Palma de Mallorca es de 516 euros.
También en Barcelona y Madrid, la demanda de viviendas en alquiler crece de forma constante en Valencia.
La plataforma asegura que alquilar una habitación en pisos compartidos, en los que el baño se comparte con otra persona, es un 60% más barato que optar por un piso completo.
La escasez de vivienda completa en alquiler condiciona también en gran medida la oferta disponible en el centro de las ciudades, ha subrayado Bernardos, que concluye que «no hay vivienda de alquiler» y la que hay es «carísima» en Barcelona y Madrid.
«Incluido en la radio extra la oferta es pequeña. En Móstoles o Leganés están pidiendo 800 y 850 euros al mes. El único mercado al que la gente puede surgir en estas circunstancias es al de las habitaciones de alquiler», afirma.
